Del bien que hay en vosotros, podré hablar, mas no del mal. Pues ¿ qué
es el mal sino el propio bien torturado por su hambre por su sed?
En verdad, cuando el bien siente hambre, procura alimentarse hasta
en nuestros oscuros antros, y cuando siente sed, se sacia hasta
en las aguas estancadas,
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario