Desde que tengo conciencia me he sentido asustado por los espacios vacíos de mi interior. Y mi soledad no tiene nada que ver con la presencia o la ausencia de otras personas. De hecho, detesto a los que me privan de la soledad y que, sin embargo, no me hacen compañía…
El Día que Nietzsche Lloró
No hay comentarios:
Publicar un comentario