sábado, octubre 22, 2011

el final de una historia siempre se parece al principio, cuando lo único que importaba era la convicción de que éste sería un amor que nada podría destruir, ni siquiera la vida. miller había vaticinado «íbamos a casarnos y a empezar una nueva vida de verdad». pero ambos olvidaron que antes de esa vida había otra vida de la que no era tan fácil escapar, una vida que siempre los perseguiría y que finalmente consiguió alcanzarlos.

1 comentario:

Patrizia Gea dijo...

**

La vida está compuesta de un montón de vidas pequeñas que se entrecruzan y se mezclan...